jueves, 6 de diciembre de 2018

Modelos de talla grande paralizan Times Square en contra de Victoria’s Secret


Bautizadas como 'Guerrilla de lencería', chicas con todo tipo de cuerpos y colores de piel han salido a las calles de Nueva York para reivindicar la diversidad y luchar contra los tiránicos cánones clásicos.

talla grande
Este desfile jamás tendrá tanta repercusión ni seguimiento mediático como el de Victoria’s Secret, pero su mensaje es mucho más poderoso y actual que el de la firma de lencería. Mientras las críticas a la histórica marca no dejan de aumentar por su negativa a incluir modelos de talla grande (la top Ashley Graham lo ha reivindicado y pedido en dos ocasiones sin éxito), hace unas horas un grupo de mujeres ha decidido invadir el centro de Nueva York para demostrar que cualquier mujer puede ponerse en ropa interior y mostrar su cuerpo al mundo.Incluso si sus medidas no son canónicas y tienen celulitis, estrias o la piel flácida.
La ‘Guerrilla de lencería’ formada por más de 20 modelos de todas las tallas y etnias tomaron ayer Times Square para reivindicar la diversidad y acabar con los estereotipos y la supuesta ‘perfección’ impuesta por la publicidad, las marcas y la sociedad a las mujeres. #TheRealCatwalk (“la pasarela real”), como se bautizó en redes sociales, quiere lograr que “aquellas que se sientan mal con sus propios cuerpos y rostros al ver el famoso espectáculo de Victoria’s Secret encuentren otros referentes y abrazen la diversidad”. Así lo ha explicado en su cuenta de Instagram Khrystiana, modelo, activista del movimiento body positive y organizadora del desfile.
“Sí, hacía frío; sí, era aterrador, pero nuestra cálida energía nos hizo avanzar y mostrarnos en un escaparate inolvidable. Queremos que todas las mujeres se sientan fortalecidas, fuertes, hermosas. Ningún medio de comunicación debe dictarte cuáles son tus defectos y cómo debes cambiar”, escribía Khrystiana en Instagram dando las gracias a las mujeres que la acompañaron en el evento y que incluso llegaron desde distintas partes y países del mundo para desfilar.
A pesar de que según datos de The Fashion Spot, el pasado mes de la moda fue el más inclusivo de la historia con la fashion week de Nueva York a la cabeza (alrededor de un 40% de las modelos eran ‘no caucásicas’, además de incluir modelos transexuales o de género no binario así como chicas de talla grande o con discapacidad), todavía existe una falta de representación de la diversidaden las pasarelas que cada vez cuenta con más luchas espontáneas y valientes como las de la ‘Guerrilla de lencería’.
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lunes, 8 de octubre de 2018

La moda reciclada del diseñador Miguel Adrover recibe el Premio Nacional de Moda 2018





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El diseñador mallorquín Miguel Adrover premiado con el Premio Nacional de Moda 2018. Foto: AFP 
El diseñador mallorquín Miguel Adrover ha sido galardonado este jueves, 4 de octubre, con el Premio Nacional de Diseño de Moda 2018, que concede el Ministerio de Cultura y Deporte y que está dotado con 30.000 euros.
El jurado ha elegido al diseñador por “el profundo impacto que ha causado en el mundo de la moda, por el compromiso social y la capacidad reflexiva de su trabajo, y por la vigencia atemporal de su discurso en el marco de la creación contemporánea. Artista iconoclasta ampliamente reconocido por la crítica internacional, su huella sigue presente en la vanguardia de la moda”.
El premio reconoce a un creador o a un colectivo susceptible de ser considerado como creador, por su obra hecha pública o realizada el año anterior. También, en casos debidamente motivados, como reconocimiento a una trayectoria profesional. Para la concesión del premio se tiene en cuenta la calidad de las obras o actividades reconocidas; su carácter innovador y su significación como aportación sobresaliente a la vida cultural y artística española, según especifica Cultura.
El autodidacta que reciclaba moda
Nacido en Mallorca, en 1965, Miguel Adrover vivió en Londres y, a principios de los años noventa, se mudó a Nueva York, donde empezó a diseñar con prendas recicladas. Algunos de sus primeros diseños que alcanzaron gran fama fueron los vestidos a base de piezas de Burberry y reinterpretaciones de bolsos de Louis Vuitton.
Su estilo de deconstrucción autodidacta se convirtió en diseño de vanguardia, donde prevalecían los volúmenes con fuerte contenido y alegorías sobre la industria de la moda, y un nuevo concepto artístico donde tenía cabida la segunda vida de las prendas.
En 1995 abrió la tienda Horn junto a su socio Douglas Hobbs, que le permitió presentar todo tipo de propuestas, entre las que se encontraban las creaciones de un joven Alexander McQueen. En 1999 presentó su primera colección ‘Manaus-Chiapas-NYC’ y, poco después, ‘Midtown’, ampliamente aclamadas por la crítica, lo que le permitió contar con el respaldo de Pegasus Apparel Group.
A principios del año 2000 recibió el prestigioso Premio Perry Ellis al mejor diseñador emergente. Sin embargo, al año siguiente presentó ‘Utopía’, una colección basada en la sociedad y cultura de los países islámicos, que no contó con el apoyo de la crítica y propició el alejamiento de Adrover del mundo de la moda.
El diseñador se mudó a Egipto y, en 2004, volvió a su Mallorca natal donde fundó un bar mientras seguía trabajando en su taller. Poco tiempo después inició una colaboración con la marca alemana de ropa ecológica Hess Nature que perduró hasta 2013. En 2010 presentó una nueva colección en el marco de la Semana de la Moda de Nueva York.


martes, 6 de marzo de 2018

[FOTOS] LOS LOOKS MÁS EXTRAVAGANTES QUE DEJA LA SEMANA DE LA MODA EN PARÍS

Entre los más famosos se encuentra Gucci, Dolce & Gabbana, Valentino, Pacco & Rabanne, Chloé y Christian Dior.
Sin embargo, siempre hay algunos que son más rupturistas que otros, y sin duda este año fueron Yoshiyuki Miyamae, Andreas Kronthaler y Gucci.



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La deconstrucción de Margiela se expone en París


  • El Galliera acoge el trabajo del diseñador belga entre 1989 y 2009

  • Martin Margiela se cuestionó las reglas del oficio y el concepto de moda

  • La exposición está comisariada por Alexandre Samson

  • En marzo se expone 'Margiela, los años Hermès' visto en el MoMu

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Es un verso suelto del poema de la moda, un genio revolucionario que cambio las reglas y los conceptos del diseño para poder expresarse con libertad. Una de las agujas más influyentes de todos los tiempos.
Martin Margiela es el protagonista de una exposición en Museo de la Moda de París que ha comisariado Alexandre Samson. El catálogo cuenta con textos de Oliver Saillard, anterior director del museo, y la española Miren Arzalluz, su sucesora . "Ha sido un creador iconoclasta, rompió los cánones establecidos e introdujo una silueta absolutamente innovadora cuestionando el sistema de la moda", explica a Arzalluz a Efe.
 París expone las colecciones de Margiela desde 1989 a 2009. AFP
La muestra es una mirada inédita al discurso estético de Margiela, construida a través de 130 looks y material de archivo de la casa, como vídeos de los desfiles, fotografías y bocetos. El museo ofrece al espectador un viaje en el tiempo que parte de 1989 y termina en 2009, año en el que dejó su propia firma. "Veinte años, cuarenta desfiles, cientos de prendas, ¿qué me queda?", decía la última vez que se acercó a una pasarela. Un epitafio escrito con el corazón.
 Algunas de las piezas icónicas de Martin Margiela. AFP
En las salas del Palais Galliera se exiben ahora algunas de sus prendas icónicas que revelan su enorme capacidad para trabajar con todo tipo de materiales (como el lino en bruto o el cartón) y el talento para inventar distintas siluetas, códigos que trasladó a ‘su moda’ desde las primeras colecciones, que establecieron la filosofía de la firma, hasta las últimas.
"Es alguien que no solo tiene una visión alternativa de la mujer, incluso de su cuerpo, sino que cuestiona principios fundamentales del sistema de la moda", comenta Arzalluz, especialista en el legado de Cristóbal Balenciaga, y traza interesantes paralelismos entre el español y Margiela.
 El Palais Galliera revisa la obra y el legado de Martin Margiela. AFP
La directora del museo destaca su perfeccionismo y "la idea de ofrecer a la mujer una forma diferente de moverse, de presentarse y de ser, o la decisión de no dar entrevistas y mantener un perfil anónimo para que su trabajo hable por él”. Esta obsesión, casi enfermiza, la reflejó sobre todo en sus desfiles de alta costura tapando el rostro de las modelos con máscaras-joya. Por eso sorprendió que la casa permitiera grabar el documental con entrevistas a miembros del equipo titulado We Margiela, un trabajo que se lanzó en octubre de 2017. 
El belga es uno de los artistas más reservados y desconocidos, enemigo de las entrevistas y alérgico a la fama. Desprecia los egos y siempre ha apostado por el trabajo en equipo, evitando que su etiqueta se relacione con la figura del diseñador estrella. “Es una forma de protegerse pero también un principio básico fundamental", añade Arzalluz.
 Margiela experimentó con todo tipo de materiales. AFP
Su nombre va estrechamente ligado al trabajo deconstructivista. Margiela estudia la confección de la prenda desde su deconstrucción y en algunas ocasiones da la vuelta a la estructura para que el interior sea el exterior, mostrando las ‘entrañas de cada pieza, poniendo el énfasis así en el proceso creativo y no en el aspecto final. Se trata de investigar la prenda, destriparla y luego cuestionarla. 
Su gusto por transformar los patrones está estrechamente relacionado con su ansía de deformar la silueta, algo que logra sobre todo con los patrones oversize, a veces exagerados y agrandados hasta un 200%. O utilizando estampados y trampantojos que proponen juegos visuales que engañan al ojo humano. Y siempre con un gran conocimiento del oficio, tanto de la costura como de la sastrería.
 El calzado inspirado en los 'tabis' tradicionales de Japón es uno de sus iconos. AFP
En la muestra no faltan sus famosas chaquetas de pelo postizo a juego con las enormes pelucas que ocultaban el rostro de las modelos, ni el calzado inspirado en los ‘tabis’ japoneses (que separan el dedo gordo del pie del resto facilitando la estabilidad del cuerpo), una de sus genialidades más versionada.
Margiela se cuestiona todo con cada colección e intenta dar respuestas a sus preguntas a través de las prendas, sobre todo con su línea Artisanal, un caramelo que ahora saborea John Galliano quien, temporada tras temporada, recoge el guante del belga y pone en relieve la caducidad de la moda, la vida y la muerte de las prendas y, por supuesto, su reencarnación en otras distintas a través del reciclaje, textil y estético.
 La paleta de colores se basaba en los blancos y negros, siempre con intencionalidad. AFP
Margiela nació en Lovaina en 1957 y se formó en la Real Escuela de Bellas Artes de Amberes. Se diplomó en 1980 y después hizo prácticas con otro rebelde de la moda, Jean-Paul Gaultier del que fue asistente durante cuatro años.
En 1988 creó su propia firma y nació el mito. Un mito que ahora Arzalluz retrata con esta muestra que puede visitarse hasta el 15 de julio.